

Episode 7
Episode 7 | 1h 3m 14sVideo has Closed Captions
Helder's informant reveals Sanjurjo's location.
A cornered Paula is on the verge of confessing a secret. Oscar's persistent investigation of Barbosa family corruption provokes violent consequences.

Episode 7
Episode 7 | 1h 3m 14sVideo has Closed Captions
A cornered Paula is on the verge of confessing a secret. Oscar's persistent investigation of Barbosa family corruption provokes violent consequences.
How to Watch The Drought
The Drought is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship-Esta pistola es lo que une los asesinatos de hace 20 años con la muerte de Antonio Hurtado.
-Cometí errores, pero os quería mucho a tu madre y a ti.
Con ese dinero... -No se te ocurra usarme para justificar lo que hiciste.
-Ortiz murió en el hospital de un infarto.
-Sí, esa es la versión oficial.
-Es la que hay.
-Si van a la casa preguntando por mí, ni palabra.
-Pero ¿por quién me tomas?
¿Ya viste el otro día cuando vino la policía que no dije ni mo'?
-Esta vez no es la policía quien me preocupa.
-Lo que sí sabemos es que fue él quien te atacó y que huyó cuando lo encontramos.
Y este parece tener demasiado interés en encontrar a Sanjurjo.
-Creo que tengo por aquí la dirección.
-Las piezas no encajan todavía, pero todas tienen un denominador común.
-¿Luis Barbosa puede tener algo relacionado con la muerte de Joaquín?
-Esta es una guerra de todos contra nosotros.
Y por eso os pido que estemos más unidos que nunca.
-Tu padre está enfermo, Paula.
Podemos estar hablando de unos pocos meses.
-Si ahora firmamos la paz, le dejo el camino libre para que vaya preparando la sucesión de Rubén.
-¿Y qué vas a hacer?
-Creo que es necesario un golpe de mano.
Necesito saber si puedo contar con tu apoyo.
-¿Qué tiene todo esto que ver con lo que se pasó hace 20 años?
-La sucursal que robaron... [quejido] ...pertenecía a la banca Sousa Cardoso.
-¿Ninguna mujer en tu vida?
-Había.
-Es que no quiero que a Rubén le ocurra nada.
-Pero ahora ya sé que no puedo confiar en nadie.
-Necesitaba el dinero.
-¡Joder!
-[risa] -¿Me puedes explicar qué te ha hecho tanta gracia?
-Voy a llamar a un taxi.
Claro.
-Dame eso.
-¿Qué haces?
¿Qué haces, estúpido?
¡Es mi móvil!
-¡No me toques!
¡Joder!
-Entonces, ¿qué hacemos?
¿Nos tomamos en serio las amenazas o no?
-Carmen es más lista que el hambre.
Esa no va a dejar cogerse así por así.
-Tengo asegurados gran parte de los votos.
-Cuatrocientos mil es mucho dinero por solo dos votos.
-Podrían ir a la cárcel.
[truenos] [disparo] -He venido a confesar.
[♪ música dramática] [graznidos] -¡Portela!
-¿Qué ha pasado?
-Ha sido el Tuerto.
[habla en portugués] -Que sepas que eres un imbécil.
Y por tu culpa ahora viene a por nosotros también.
-¿Y tú qué quieres?
¿Que me deje matar?
Algo tenía que decirle.
Él quiere su dinero y lo quiere ya.
¿No entiendes eso tú?
¡Ah!
-Tenemos que quitarnos del medio.
-No hay sitio donde nos podamos esconder.
Mas no esperamos, si queréis.
Pero tenemos que devolver el dinero antes.
Es solo eso.
-¿Tenemos?
¿Tenemos?
Cuando te conviene somos un equipo y cuando no, ¿no?
-Ah, pues nada.
Entonces vete a vivir tu vidita tranquila, ¿sí?
Y si apareces muerta, no lo digas que no te avisé.
[habla en portugués] -Tú no te metas.
-Claro que me meto, porque él tiene razón.
Tenemos que devolver el dinero.
Si no, no vamos a vivir tranquilos.
¿No entiendes eso?
-¿Y de dónde conseguimos el dinero?
[♪ música dramática] -Gracias.
Cuando vinieron a mi despacho, no les conté toda la verdad.
-Explíquese.
-Les mentí sobre Joao Portela.
-Eso no es ninguna novedad.
Toda su familia miente.
-Es un asunto especialmente delicado, no ha sido fácil venir aquí.
Joao no solo era el camello de Joaquín.
Entre él y yo hubo algo.
Joao Portela es el padre de mi hijo.
Martín reconoció al niño antes de casarnos.
-¿Esa boda fue idea de su padre?
-No.
Fue mía, mía y de Martín, por supuesto.
-Y eso a su padre no le gustó.
-No.
Estuvimos... casi diez años sin hablarnos.
Creo que sigue sin perdonármelo.
[♪ música dramática] -Tu padre quiere que te acompañe a Madrid.
-¿Que me acompañes a dónde?
-A una clínica.
-¿Que aborte?
¿Eso es lo que quiere?
¿Que aborte, el hijo de puta?
-¿A dónde vas?
-¿Tú qué crees?
-Paula, para.
-¡No tiene derecho!
-Ya sé que no tiene derecho, pero cálmate un poco.
-¿Le vas a hacer caso?
¿En serio le vas a hacer caso?
¿Tú eres consciente de lo que te ha pedido que hagas mi padre?
-¡Claro que soy consciente!
Sé lo que significa para ti.
-¡No tienes ni puta idea!
¿Qué coño sabe mi padre si quiero tener ese hijo o no?
¿Qué coño sabes tú?
-Quizás si hablaras con él.
-No.
Él ya ha decidido por mí.
Otra vez.
-Me gustaría que entendieras que tu padre me paga para hacer esto, pero... -No, Martín, ya está.
-¡Paula, escúchame!
Si tú me lo pides, no iremos a Madrid.
-Decidí tener a Rubén.
Martín lo reconoció y lo quiere como si fuera suyo.
-Y fue ese mismo día cuando decidió no hacer caso a su padre.
-No, no.
Martín y yo nos fuimos a Madrid.
Nos presentamos en la clínica.
Martín... Una vez allí decidimos que tendríamos al niño.
Ya nos las arreglaríamos, pero, claro, llega un momento en que... ya no pude seguir mintiendo a mi padre.
-Y decide contarnos todo esto ahora, ¿por qué?
-Porque no paro de preguntarme si es Portela el que apareció enterrado junto a Joaquín.
Es el padre de mi hijo.
Algún día tendré que decirle la verdad.
[♪ música dramática] -Es él.
-¿Le dijo a Portela que esperaba un hijo suyo?
-Lo intenté, pero... no sabía cómo encontrarle.
Desapareció.
No volví a verle ni a él ni a Joaquín.
¿Quién me iba a decir entonces que los habían matado?
-Su padre también nos dijo que no lo conocía.
Era mentira.
-Ese es otro de los motivos por los que he venido.
-Explíquese.
-Sé que ustedes sospechan de mi padre.
-¿Qué le hace pensar eso?
-El otro día fueron a la oficina para interrogarlo y traerlo aquí.
Y ayer mismo volvieron a ir.
No me parece normal.
-No es nada normal, porque no hay ningún motivo para sospechar de él.
-No lo sé, no lo sé.
Puede que mi padre... lo parezca, pero les aseguro que mi padre no tiene nada que ver.
Puede ser muchas cosas, pudo odiar a Portela, pero... ¿matar?
-¿Cuándo fue la última vez que vio a Portela?
-No lo recuerdo exactamente.
Debió ser... por mayo de aquel año.
-¿Mayo?
-Mayo.
-Un mes después, Joaquín y Portela atracaron un banco.
-¿Un atraco?
[♪ música dramática] -Te he estado llamando.
Tu abuelo no está bien.
-¿Qué le pasa?
-Todavía no lo sé.
He tenido que llamar al médico.
-Voy a verle.
-No, no, ahora no.
Más luego.
Ahora déjale descansar, ¿sí?
¿Y Rita?
Creí que estaría contigo.
-¿No ha llegado aún?
-La he llamado, pero no me contesta.
-Ni idea.
Ella se quedó en un bar y yo me fui por ahí con unos amigos.
Estaba con unos chicos que acababa de conocer.
-¿Quiénes?
-Pues unos que había conocido en el bar, no lo sé.
Me voy a dormir.
-¿Qué te ha parecido la actuación?
-Pues creo que hay algo de verdad en todo esto que nos ha contado.
-¿Tú crees?
-¿No?
No sé.
-Oyéndola parece que Luis Barbosa mató a Portela para salvar la honra de su hija.
Es absurdo.
Absurdo.
-Ya, ya.
No se ve ni medio normal que se haya presentado así sin avisar.
-Ya.
[suspiro] -¿Y si después del atraco... Joaquín volvió a recurrir a Luis Barbosa?
-¿Cómo está?
-Ahora mejor.
Le han puesto morfina para el dolor.
-Voy a quedarme un rato con él.
-Claro.
Cómo no.
[♪ música dramática] -Dices que Joaquín pudo llamar a Luis Barbosa.
-Si ya lo sacó una vez de comisaría, ¿por qué no lo iban a volver a llamar para algo así?
-Bueno, una cosa es que te saque de comisaría por fumar porros, otra, por atracar un banco.
-Sí, pero un banco en Portugal.
¿Dónde aparecen los cuerpos?
-Ya, en la propiedad de Barbosa.
-En Campomediano, sí.
Esta bala es la que aparece junto al cuerpo de Joaquín, ¿verdad?
-Verdad.
-Y gracias a ella sabemos que fue la policía portuguesa quien le disparó.
Iba herido, estaba desesperado.
¿A quién podía llamar?
¿A su madre?
-Pero a Joao Portela lo ejecutaron con una pistola registrada en España.
-Y Barbosa ya sabría que estaba esperando un nieto suyo.
-Sí, pero él nunca se mancharía las manos.
Para eso estaba Ortiz.
-En el atraco había tres personas.
Joaquín, Joao Portela y alguien que conducía el coche.
Y en el informe solo se habla del modelo del coche, no del conductor.
[hablan en portugués] -Hélder, ven un momento.
Mira, he encontrado un parte de incidencias de la policía local de 1998.
Un coche quemado a 60 kilómetros de Campomediano un día después del atraco.
-Robas un banco, huyes en un coche y luego lo quemas, para no dejar huellas.
-Y no tenía matrículas, las habrían quitado.
Por tanto, no pudieron ver que ese coche era portugués.
Pero era de la misma marca y el mismo modelo.
-Tendrá un número de chasis, ¿no?
De... ¿cómo se dice aquí?
-De bastidor.
-Bastidor.
-Sí.
Y un dueño.
[♪ música dramática] -Solo una persona ha podido darte esta información.
-¿Importa eso?
-¿Qué precio tiene?
-Eso lo tendrá que valorar el juez.
-¿Cuánto quieres?
-Veo que Luis Barbosa ha sido un gran maestro.
Yo no soy como vosotros.
-Entonces, ¿a qué has venido?
-Aquí hay fotos, transferencias, números de cuenta.
¿Por qué, Carmen?
-Supongo que cuando aceptas, la primera vez, abres una puerta que no puedes volver a cerrar.
Te tengo aprecio, aunque no lo creas.
Fuiste el primer novio de mi hija.
Me caías simpático.
¿Qué le vas a decir a Daniela?
-Solo hago mi trabajo.
-Ten cuidado.
Y no lo digo por mí.
-Ya.
[hablan en portugués] [habla en portugués] -El dueño del coche se llama André Carvalho.
Tengo ahí la dirección.
-Pues debemos salir ya.
¿Denunció el robo?
-Tenía motivos para no pasarse por una comisaría.
-Fichado.
-Sí, varias veces.
Lo llaman el Tuerto.
Era un traficante de poca monta.
Sí, como intermediario.
-Como Portela.
-Bueno, Portela era un donnadie.
Este no, este manejaba cantidades de droga mayores.
Pero era peligroso.
-Podría haberle dejado el coche para el atraco.
-O podría ser el conductor.
[hablan en portugués] [♪ música dramática] [timbre de teléfono] -¿Dónde estás?
-Frente a la casa.
-¿Lo has visto?
-Llevo un día sin moverme y no aparece el cabrón.
-Ya queda poco.
-Necesito descansar.
-Nadie debe saber que estás ahí.
-Sé dónde puedo ir.
-Martín, no creo que sea buena idea.
-Pues no tengo otra opción, Paula.
-Ten cuidado, entonces.
-Sé perfectamente lo que tengo que hacer.
-De acuerdo, vamos a tranquilizarnos.
-Mientras mantengamos la cabeza fría, todo irá bien.
¿Fuiste a la policía?
-Todo fue como lo pensé.
-¿Y siguen sospechando de tu padre?
-Sí, pero tenemos que andarnos con cuidado.
Saben más de lo que yo quería.
-¿Qué saben?
-Lo del atraco.
[♪ música dramática] Martín, te dejo.
Luego hablamos.
¡Duarte!
¿Qué quería mi padre?
Me ha pedido que le trajera documentación.
-Habéis hablado mucho tiempo.
-Ya le conoces.
Quiere dejarlo todo en orden.
-Yo pensaba que estaba todo arreglado.
¿Para qué te ha llamado?
-Paula, sabes perfectamente que lo que hablamos tu padre y yo debe quedarse entre nosotros.
-Si te ha llamado, es porque algo trama.
-Habla con él.
-Estoy hablando contigo, no con él.
-Antes de morir, tu padre puede poner sus acciones a nombre de quien quiera.
-¿Crees que podría dejarme fuera de la presidencia?
-Estamos hablando de Luis Barbosa.
Hasta el final va a querer hacer y deshacer.
-¿Hay alguna posibilidad de que pueda convencerlo?
-Hasta la firma con el notario aún tienes margen de maniobra.
-¿Cuándo es la firma?
-Tu padre no está en condiciones de ir a firmar a ningún sitio, así que tendrá que venir el notario aquí.
Dos días, tres máximo.
[♪ música dramática] [timbre de teléfono] -Dime.
-He retirado la vigilancia en la casa de la madre de Sanjurjo.
-¿Por qué?
-Sabemos que está en Lisboa.
Ayer por la tarde lo paró un policía.
-¿Y lo detuvieron?
-No, le pusieron una multa de tráfico.
El agente que lo multó no sabía quién era.
-Ya, y saltó su nombre al tramitar la multa porque tenía una orden de búsqueda y captura.
-Así es, Sanjurjo no tiene que saber que lo tenemos localizado.
-¿Tenemos identificado el coche?
-Sí.
-Gracias.
Sanjurjo está en Lisboa.
-Alguien lo esconde.
[♪ música dramática] [tono de llamada] [contestadora en portugués] -Llámame, estoy en Lisboa.
[timbre de teléfono] Hola.
[hablan en portugués] [♪ música dramática] [quejidos] -Ya sé que soy muy mal anfitrión, pero no había nada en la nevera.
-Bueno, al menos el vino está bien.
-Al menos el vino.
Yo creo que es mejor que te quedes aquí a dormir.
-No.
Voy a descansar al hotel.
Además, no está ni tu mujer, ni tus hijas.
Es como raro.
-Yo no veo nada raro.
Somos compañeros de trabajo.
¿Para qué irte a un hotel?
-¿Tú en Cáceres te quedabas en mi casa?
-Pero ¿es que acaso tú tienes casa en Cáceres?
[risas] [timbre de teléfono] -Hola.
No, yo tampoco creí que volveríamos a hablar.
Cómo olvidarme.
Suena a amenaza.
Ya.
¿Cuándo?
De acuerdo.
-¿Todo bien?
-Un compañero de cuando estuve en Algeciras.
-Te ha alegrado la noche, ¿no?
¿Puedo preguntarte qué pasa?
-No, prefiero no hablar del tema ahora.
-Pero si puedo ayudarte en algo... -No, no.
-¿Seguro?
-Hélder, es mi vida.
-Bueno.
Pero puedes confiar en mí.
-Pero ¿por qué tengo yo que contarte mi vida?
¿Es que no entiendes?
Que no quiero hablar de esto.
¿Tan difícil es?
Porque hablas cojonudo el español, no creo que necesites traducción para entender algo así.
-Muy bien.
-Voy a dormir, estoy cansada.
-La habitación es al fondo.
[♪ música dramática] -Me han llamado porque tengo que ir a declarar.
-¿Al juzgado?
-Asuntos internos.
Cada día se descargan unos mil contenedores en el puerto de Algeciras.
Es una zona caliente, ya sabes a lo que me refiero.
Y de repente, ves que un compañero que gana lo mismo que tú se compra un coche de 40 000 euros, que otro lleva un reloj de oro, y que otro... -Por eso... pediste el traslado.
-Uno de ellos era mi novio.
-Yo entiendo que no sea una situación fácil para ti.
-Sí.
Pero yo sabía que algo no encajaba, Hélder.
Sabía que... que eso no era normal.
Y pedí consejo a Ortiz.
-¿Qué te dijo?
-Me dijo que... que mis compañeros me considerarían una rata si los denunciaba.
Que con mi actitud podría hacer daño a alguno de ellos.
Básicamente me dijo que era mejor que mirara para otro lado.
Y le hice caso.
Le hice caso.
Y me equivoqué.
[♪ música dramática] ¿Sabes cuál fue mi error, Hélder?
Que mezclé lo personal con lo profesional.
-Voy a buscar otro vaso.
[suspiro] -Me quedaría aquí toda la vida.
-No soy tu mujer.
Y no tienes que engañarme.
-Te estoy diciendo la verdad.
-Hace mucho tiempo que podías haberte quedado aquí conmigo, pero no quisiste.
-Porque estaba atado de pies y manos.
-¿Qué ha cambiado desde la última vez?
-Hay algo que debo terminar y podré ser libre.
-No hace falta que finjas.
Yo sé que has venido a pasar la noche porque no tenías otro sitio.
[quejidos] -¿Te volvió a doler?
-Es soportable.
-¿Quieres que avise para que te pongan otro rescate?
-No.
Si abuso, dejaran de hacerme efecto y será peor.
-Ya has oído al médico, debes descansar.
-Tengo cosas que resolver.
¿Qué crees?
¿Que no sé que has estado moviendo los hilos a mis espaldas?
Sé que has tanteado a Amalia y a otros miembros de la junta.
-Debemos tener en cuenta todos los escenarios posibles.
-Paula, por favor.
Ten la delicadeza de esperar hasta que me muera.
[♪ música dramática] -Anoche estuve en tu casa y no estabas.
-He dormido en casa de un amigo.
-¿No estás exagerando?
-Mira un e-mail que me llegó ayer.
-Un zumbao.
Tú no hagas caso.
-Tengo miedo.
Y tú deberías tener cuidado también.
Porque pueden saber que fuiste tú quien me dio la información.
-Mira, mira, Óscar, son ellos los que tienen que esconderse, no nosotros.
-Si a mí me pasara algo... -¡Espera!
Cálmate, joder.
Eres periodista y conocido.
Todo el mundo sabe que tú estás llevando la investigación.
Si a ti te pasara algo, se sabría que son ellos.
-He dejado un vídeo programado para que salte dentro de 24 horas.
-Mira, ese vídeo lo íbamos a ver los dos juntos con un buen plato de jamón.
¿Vale?
¿Vale o no vale?
-Además de ver al Tuerto, tenemos que encontrar a Sanjurjo.
-Pero ¿y dónde vamos a encontrar a Sanjurjo en una ciudad de medio millón de personas?
-No te preocupes.
Conozco bien esta ciudad.
[timbre de teléfono] [hablan en portugués] -Un colaborador.
-Tu soplón.
-Hola.
¿Alguna novedad?
-De momento, todo igual.
¿Cómo estás?
-Bien.
-¿Le has visto esta mañana?
-Sí.
-¿Te ha comentado algo?
-¿Sobre qué?
-Rubén, a tu abuelo le queda... -Ya... ya lo sé, no hace falta que lo digas.
-Tendremos que acostumbrarnos a los cambios.
-¿Crees que vas a ser la nueva presidenta?
-¿Por qué lo preguntas?
-Por nada.
Vas a ser una buena presidenta.
[timbre de teléfono] -Dime.
Claro, que pase.
Rubén, déjame sola.
Por favor.
-Hola.
-Hola.
-Quedamos en que no aparecerías más por aquí, que serías discreta.
-Ya da igual.
Ese periodista es mucho más listo de lo que creíamos.
Fotos, facturas, transferencias.
-¿Cómo lo ha conseguido?
-No me lo ha querido decir.
[suspiro] -Este periodista se ha convertido en alguien peligroso para mi familia.
[♪ música dramática] ¿Cuánto quiere?
-No quiere dinero.
-¿Entonces?
-En este dosier hay suficiente información como para que me procesen.
-¿En qué estás pensando?
¿Colaborar con el juez?
Eso quiere decir que nos puede incriminar.
-¿Qué opción me queda?
-Carmen, no te dejaremos sola.
Aguanta un poco más y ya verás como dentro de unos meses todo se habrá olvidado.
Y estarás sentada en el consejo de administración.
[claxon] [♪ música de tensión] [graznidos] [habla en portugués] [♪ música dramática] [chirrido de neumáticos] -Ya sabes, espera con el motor en marcha.
El banco está al final de la calle, doblando la esquina, ¿vale?
[hablan en portugués] -Todo en español.
¿Has entendido, no?
-Es la hora.
-Si pasa cualquier cosa, cualquier cosa, no nos esperes.
No nos esperes.
-¡Todos al suelo!
-¡Al suelo!
-¡Vamos!
-¡La policía!
[chirrido de neumáticos] [hablan en portugués] -¿El pelo largo, dice?
-Sí, sí, sí.
-Pelo largo, sí.
[habla en portugués] -¿Podría ser una mujer?
[habla en portugués] [♪ música de tensión] -¿Puedo pasar?
-Sí, por supuesto.
-¿Me has llamado?
-Sí.
Acércate, por favor.
Siento que tengas que verme así.
-¿Seguro que ya no podemos hacer nada más?
-No.
-Abuelo, podemos llamar a los mejores médicos.
Llevarte a Estados Unidos, donde haga falta.
-Para.
Hay dos cosas que no se dejan comprar.
La vejez y la enfermedad.
Siento que no hayamos podido estar juntos más tiempo.
Lo más importante que debes saber es que la única manera de que no te ataquen es teniendo más información que los demás.
-Lo del hotel y lo de... aquella chica no me va a volver a pasar.
-Si tu enemigo sabe más que tú, siempre sabrá dónde hacerte daño.
Hay cosas que todavía te faltan por conocer.
Ya no me queda mucho tiempo.
Pero quiero estar seguro de que me voy con la tranquilidad de que sabes todo lo necesario para que nadie pueda hacerte daño.
-Estoy aprendiendo.
-No se trata de aprender, sino de saber.
Y saber la verdad.
Si no sabes quién eres, siempre estarás indefenso.
Y debes saberlo antes de que se entere tu enemigo.
-Martín te ha querido y te quiere como si fueras su hijo.
Estaba esperando el momento adecuado para contártelo.
-¿Y cuándo iba a llegar para ti el momento adecuado?
-Rubén, no es fácil.
-Ya.
Ahora entiendo muchas cosas.
-¿Qué entiendes?
-Que me habías tenido siempre al margen de todo.
-Hasta hace unos días eras un niño, tenías que estudiar, formarte.
-Deja ya de mentirme.
Me habéis tenido al margen porque os avergonzáis de mí.
Pero ya me da igual lo que digas.
El abuelo tiene razón.
Si no sé quién soy, siempre voy a estar indefenso.
Ahora sé quién soy.
El abuelo va a estar muy orgulloso de mí, mamá.
[hablan en portugués] -¿Sabe dónde está Sanjurjo?
-Ah, ya.
Y hay un español buscándole.
[timbre de teléfono] -Sí.
-Hola, Óscar.
Soy Rubén Barbosa.
-Si es una broma, no tiene ni puñetera gracia.
-No es ninguna broma.
Quiero que hablemos.
-Pues entonces deja de amenazarme.
Lo mismo después podemos hablar.
-Yo nunca te he amenazado.
-Ah, ¿no?
¿Y quién si no?
Porque las amenazas empezaron justamente después de que sacara todos los trapos sucios de la hidroeléctrica.
-No sé.
Puede que algún trabajador haya querido meterte miedo.
Quizá piense que por tu culpa va a perder su trabajo.
-Son amenazas muy graves.
He puesto una denuncia.
-Tú y yo sabemos que eso no es verdad.
Acabemos con esto.
Veámonos.
-¿Tú piensas que soy imbécil?
-Óscar, te doy mi palabra.
Puedes confiar en mí.
-No es garantía suficiente.
-Te estoy llamando desde mi teléfono.
La llamada se va a quedar registrada.
No tengo por qué esconderme.
[♪ música dramática] [♪ música dramática] [♪ música de suspenso] -Estamos en la zona de los Andrade.
-¿Tan peligrosos son?
-Mejor no tener problemas con ellos.
Es aquí.
-¡Quieto!
¿Qué te pensabas, hijo de puta?
¿Que soy idiota o qué te pasa?
Si caigo yo, caéis todos.
[golpes en la puerta] [quejido] En este barrio estoy protegido.
Si quiero, ahora mismo te pego un tiro en la cabeza y aquí nadie dice ni mu.
La próxima vez que te vea, te mato.
-¡Sanjurjo!
[disparos] [quejidos] [claxon] [chirrido de neumáticos] [grita en portugués] [habla en portugués] [♪ música dramática] [vehículo acercándose] -Bueno, ¿qué querías?
-¿Qué quieres tú?
Que eres el que está obsesionado con mi familia.
He venido solo, si es lo que te preocupa.
-¿A qué juegas?
-¿Quieres saber cosas de mi familia para publicarlas?
Pues aquí estoy.
Pregúntame lo que quieras, pero deja de inventarte cosas.
Cuenta la verdad.
-Todo lo que he sacado ha sido con pruebas.
-Vas a pedirnos perdón.
A mí y a mi familia.
-Mira, chaval... -A mí no me llames chaval.
-¿Y cómo quieres que te llame?
Niñato, que es lo que eres.
[chitón] Eres tú el de las amenazas y el que intentó atropellarme, ¿verdad?
Anda, vete a casa, niñato.
Vete a casa.
¡Óscar!
¡Óscar!
¡Óscar!
-Estás loco.
-¡Hijo de puta!
[♪ música dramática] [♪ música dramática] -Si estáis viendo este pódcast, es porque posiblemente me haya ocurrido algo.
La señora Yanes está tratando de influir en la comisión que decide la prórroga de la concesión del embalse de Campomediano.
-Ayer, en Lisboa, Tomás Sanjurjo fue asesinado.
¿Qué hacía usted en esa misma zona y a la misma hora?
-Estuvo con una mujer.
-Lo siento.
-¿Y qué siento yo?
¿Te lo has preguntado alguna vez?
Soy policía, hija de una política corrupta.
-Siempre podremos alegar algún tipo de trastorno.
-Yo no estoy loco.
-Me estás pidiendo que mienta a la policía, joder.
[habla en portugués] -Muchas gracias, Alberto.
[habla en portugués] -Quiero que me digas si conociste a mi padre.
-Querremos saber cómo se hizo el arañazo.
En el otro lado.
-¿Pensabas que no se iba a recuperar del infarto?
-No contestes.
-Mataste a Ortiz.
¡Lo mataste tú, hijo de puta!
[quejidos]